Tomar el sol, bañarse en el mar y beber cócteles son formas maravillosas de pasar las vacaciones, claro que sí. Pero cuando quieras experimentar algo completamente único en Tenerife, ha llegado el momento de descubrir la magia del guachinche.
¿Qué es un guachinche?
Si queremos definirlo en pocas palabras, podemos decir que un guachinche es un sitio de comida tradicional canaria. A menudo instalados en garajes y salones de casas particulares (o puede que debajo del cobertizo del patio), seguramente te encontrarás con que las mesas no coinciden entre sí, que las sillas están algo destartaladas y que de haber manteles, son seguro de papel. No suelen estar decorados y no verás maravillosas vistas desde tu mesa, puede que incluso no haya ni ventanas. Pero antes de sacar conclusiones tienes que tener algo claro: los guachinches son sitios animadísimos, divertidos, lugares donde poder comer una riquísima y sincera comida local a precios increíblemente baratos. Además, siempre están llenos de gente, aunque lo más probable es que tú seas el único extranjero. De las experiencias que tendrá en Tenerife, te aseguramos que esta, sin dudas, será la más auténtica.
Como dato curioso, se cree que el nombre guachinche proviene de la expresión inglesa: “I´m watching you” (O “Watching ye”, como se diría en aquellos días). En los principios, alrededor del siglo XVII, cuando la producción de vino especialmente en la zona norte de la Isla se hizo fuerte, los dueños de las viñas se apostaban a los lados de los caminos ofreciendo muestras de su cosecha a los comerciantes ingleses, en la esperanza de conseguir que su vino se exportara a Inglaterra.
Aparentemente, estos les decían “I´m watching you” (“te estoy vigilando”) a los viticultores, para asegurarse de que la muestra que estaban probando pertenecía realmente a su viña. Obviamente sin entender muy bien el inglés, los lugareños acuñaron el término guachinche pasados los años. Para acompañar el vino (y asegurarse de que los comerciantes no se aburrieran nunca de seguir probando), las esposas de los viticultores solían ofrecer pequeñas raciones de comida recién hecha, todo lo cual fue evolucionando hasta convertirse en lo que hoy conocemos como guachinches.
Los platos típicos que se pueden encontrar en ellos incluyen carne fiesta (trozos de cerdo marinado), carne de cabra, costillas con papas, conejo salmorejo (en una salsa de vino blanco y especias), papas con mojo (las tradicionales salsas roja y verde canarias) y puchero (una selección de vegetales hervidos y garbanzos con carne de cerdo, pollo, chorizo, etc.). Y no está de más aclarar dos cosas: los vegetarianos pueden encontrar buenas opciones en un guachinche, además de que los platos suelen estar muy bien provistos.
¿Dónde encontrarlos?
El principal propósito de un guachinche es vender vino, por lo que tienden a encontrarse en los alrededores de las zonas vitivinícolas más importantes de la Isla. Estas se concentran mayormente en el norte de Tenerife e incluyen Tacoronte, La Orotava, El Sauzal y Los Realejos. También encontrarás algunos pocos en Güímar, de camino al sur de la Isla.
Legalmente, a los guachinches se les permite abrir solo unos pocos meses al año. Como dijimos líneas arriba, su principal propósito es vender vino por lo que cuando la cosecha está terminada y ya no queda vino disponible, deberían –en teoría- cerrar las puertas hasta el próximo año. Decimos “en teoría” porque los canarios son muy propensos a tomarse las reglas con mucha flexibilidad y los guachinches no son la excepción.
En años recientes, la aparición de muchos guachinches “falsos”, generó quejas de dueños de bares y restaurantes que se sentían discriminados por la falta de regulación, lo que ha llevado a que una nueva ley defina exactamente qué tipos de establecimientos pueden llamarse guachinches o no, así como las condiciones del negocio (que cierren, por ejemplo, cuando ya no hay vino de su cosecha). En general, permanecen abiertos desde noviembre hasta que se acaba el vino y vuelven a abrir en abril.
Puedes consultar la lista completa de los 60 guachinches disponibles en Tenerife haz clic aquí
4 claves de un guachinche genuino
- Generalmente hay un cartel escrito a mano en una pared o un árbol en la entrada que pone: “guachinche”.
- No existe un menú escrito ni hay más carta que la que sale de la boca del camarero (puede que en algunos casos haya una pizarra con algunos platos descritos en ella)
- Solo tienes cuatro o cinco opciones para elegir.
- Todo el mundo parece estar bebiendo vino.
4 claves de un guachinche falso
- Las mesas y las sillas están bellamente decoradas y los cubiertos hacen juego.
- Hay una carta de vinos impresa.
- Estás viendo unas hermosas vistas del mar.
- Estás en Las Américas o en Los Cristianos.
Nuestros preferidos
La Cofradía de la Punta – Punta de Hidalgo
Servicio muy amable, comida deliciosa y, como una excepción, a pocos metros del mar.
El Cubano – La Orotava
Una habitación blanca sin ventanas con una gran mesa azul. Pero eso sí, la carne es espectacular, la atmósfera muy animada y el precio… el precio es casi gratis.
El Fonil – Santa Ursula
El cerdo a la parrilla coge aquí dimensiones de leyenda…
Las Cuevas de Chinamada – Anaga
Un sitio espectacular (difícil de llegar pero vale la pena), muy buen vino y un puchero que te hace agua la boca.
La Finca – La Vitoria
Decoración encantadora, carnes a la parrilla para morirse y el mejor mousse de limón de muchos kilómetros a la redonda.